“Afirmamos y celebramos los dones de cada uno y acogemos la riqueza de nuestra diversidad”. (Llamados a ser Comunidad 1999)
Estamos llamados a vivir en comunidad, una forma de vida que conlleva muchos retos y mucha alegría. Aunque “comunidad” se ha expresado de diferentes maneras a lo largo de las décadas, lo esencial sigue siendo lo mismo. Somos mujeres cuyas vidas están centradas en Cristo y plenamente dedicadas a la misión de las RSHM: dar a conocer a Dios y hacerlo amar. Nos unen la oración, el diálogo, el fomento de relaciones auténticas y de confianza, y la responsabilidad compartida de nuestra vida y misión. Abrazamos la diversidad y acogemos la singularidad del individuo, apoyando y estimulando lo mejor de cada uno. Nuestra vida comunitaria nos deja abiertos a acoger al otro. La hospitalidad y la inclusión son dones que atesoramos.
En 2007 el Instituto invitó a familiares, amigos y colegas a entrar en una relación única con sus hermanas, a participar en nuestra vida y misión RSHM como miembros de la familia ampliada. La Familia Extendida SHM acoge y abraza a todos los que se identifican con el espíritu de las RSHM y quieren compartir la misión vivificante de Jesucristo. Los miembros de la Familia Ampliada participaron en proyectos de divulgación, educación y formación permanente, peregrinaciones de oportunidad a la Casa Madre. Captando el carisma, pusieron sus dones y habilidades al servicio de la familia RSHM, ayudando a elaborar y apoyar iniciativas integrales para nuestra vida y misión.