Declaración de la Misión
«Para Que Todos Tengan Vida»
El desafio del Evangelio y el espíritu de fe y celo que marca a nuestros funadoders, Jean Gailhac y Madre San Jean, y a nuestras hermanas fundadoras, nos impulsa a responder a las necesidades de nuestro tiempo y a trabajar con los demás en una forma efectiva por la justicia evangélica. Enviadas a promover vida y dignidad para todas nuestras hermanas y hermanos, actualmente nos ponemos nosotras mismas, y ponemos nuestros recursos al servicio de aquéllos que tengan más necesidad de justicia: facilitando a los fracasados, los más necesitados, a los marginados y a los que no tienen voz la posibilidad de trabajar efectivamente para su propio desarrollo y liberación.
Somos llamadas a ser comunidades, a conocer y a celebrar el amor de Dios por nosostras y a hacer conocer ese amor a los démas.
María es nuestro modelo, procuremos estar abiertas al Espíritu, centrar nuestras vidas en Jesucristo, a ser mujeres de oración y mujeres compasivas para dar un testimonio auténtico y alegre de los valores evangélicos donde quiera que estemos.
